Cierto día se encontraba Daniel jugando con las plasticinas, iba muy bien modelando animalitos, figuras geometricas ...cuando de pronto se le ocurrio comenzar a lanzar estas como proyectiles a la pared.
Para él era un juego y por cierto muy divertido, pero cual fue su sorpresa cuando su mamá vió lo que estaba pasando y gritó NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO! basta, que estas haciendo. Las paredes de la casa habian quedado manchadas con la plasticina y el piso habia quedado con restos también.
Y su juego divertido se convirtió en un trabajo arduo, porque tuvo que limpiar lo que había ensuciado. No lo hizo con mucho agrado, pero descubrió que las malas acciones traen malas consecuencias.
Muchas veces tomamos decisiones equivocadas, que al principio parecen divertidas y no revisten peligro. Pero cuándo nos damos cuenta estamos en un lío hasta el cuello.
Muchos cariños,
Su tía Ema.
