Tus pensamientos se volverán hechos
Muchas veces pensé y confesé cosas que se hicieron realidad en mi vida. Cosas buenas y cosas no tan buenas. Y esto lo podemos aplicar de dos maneras: pensamientos que agradan a Dios y que nos recuerdan sus promesas, o pensamientos que por lo contrario nos alejan de Él.
No todos los pensamientos vienen de Dios y no todas las cosas malas vienen del enemigo. No obstante, nosotros decidimos qué clase de pensamientos permitimos que vengan a nuestra mente. A la mente la he comparado con una pista de un aeropuerto. Todo el día llegan pensamientos positivos y negativos. Entonces, ¿qué pensamientos dejamos que aterricen? ¡La decisión es nuestra!
Hacer el ejercicio de sustituir un pensamiento negativo por uno positivo te va a llevar a descartar con facilidad las cosas que te preocupan y que te roban la paz con mucha naturalidad.
Por eso dice el Manual de Instrucciones que debemos llevar cautivos todos nuestros pensamientos a la obediencia de Cristo.
Nuestro manual de instrucciones son las Escrituras, ellas nos señalan lo justo y verdadero. Solo el internalizar sus palabras te hara vivir y practicar lo aprendido. David lo habia aprendido y caminaba en relacion a esto, habia aprendido que la consecuencia de sus dichos y actos le harian una persona grata a los ojos de Dios.
"Cantaré al fiel amor y a la justicia; quiero cantarte a ti SEÑOR. Estudiaré cómo vivir una vida pura, ¿cuándo vendrás a mí? Viviré honestamente aun dentro de mi propio hogar. No contemplaré con mis ojos lo vergonzoso ; detesto a la gente que lo hace. ¡Yo no lo haré! No tomaré parte en nada deshonesto; no haré nada malo. Le pediré que se calle al que hable mal a espaldas de otro. No me siento a comer con el de mirada altanera y que se cree mejor que los demás. Miraré con agrado a la gente leal. La invitaré a vivir junto a mí; sólo gente honesta estará a mi servicio. No entrará a mi casa el que hace fraude; ningún mentiroso permanecerá en mi presencia. Diariamente haré callar a todos los perversos de estas tierras. Expulsaré de la ciudad del SEÑOR a todos los delincuentes". Salmos 101 PDT