Renuévate
Hay ocasiones en que nos sentimos desalentados y cansados, no voy a negar que también me pasa, sin embargo te das cuenta que en realidad lo que necesitas es alimentarte y ser renovado.
Existía un anciano que cada mañana se sentaba temprano en la mesa de la cocina para leer su Biblia. Su nieto que quería ser como él, intentó imitarlo de cualquier manera. Un día el nieto le preguntó, “Abuelo, yo intento leer la Biblia, me gusta pero me aburro, y lo que logro entender es poco”.
¿Qué hay de bueno en leer la Biblia? Pregunto el nieto.
El Abuelo calladamente dejó de echar carbón en la estufa y dijo: “Baja el canasto de carbón y ve al rio y tráeme un canasto de agua.”
El muchacho hizo tal y como su abuelo le dijo...lleno el canasto de agua y trato de caminar a prisa...pero toda el agua se salió antes de que él pudiera volver a la casa. El abuelo se rió y dijo: “Tendrás que moverte un poco más rápido la próxima vez”, y lo envió nuevamente al río con el canasto.
El muchacho corrió más rápidamente, pero de nuevo el canasto estaba vacío antes de que llegara de vuelta a casa. Ya sin respiración, le dijo a su abuelo que era “imposible llevar agua en un canasto”, a estas alturas, el muchacho sabía que era imposible, pero quería mostrar a su abuelo que aún cuando corriese tan rápido como podía, el agua se saldría antes que llegase a casa, así que lo intentó por última vez y dijo: “¡Mira abuelo, es inútil!” “¿Por qué piensas que es inútil”? dijo el anciano, “Mira dentro del canasto”. El muchacho miró el canasto y por primera vez comprendió que el canasto parecía diferente. En lugar de un sucio canasto carbonero, éste estaba limpio.
“Hijo –dijo el abuelo -esto es lo que pasa cuando tú lees la Biblia. Tal vez no puedes entender o recordar todo, pero cuando la lees, te cambiará el interior. Esa es la obra de Dios en nuestras vidas. Para cambiarnos desde adentro y lentamente transformarnos en la imagen de Su Hijo.”
Ayer tal vez estuvo lleno de equivocaciones, tropiezos, pecados que deseamos dejar atrás y solo lo lograremos al aceptar que Jesucristo pagó por todo esto y que gracias a Él tenemos una nueva oportunidad. La Palabra de nuestro Dios es la que nos limpia de nuestro pasado “Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado”. Juan 15:3
Que este nuevo dia que Dios nos permite vivir, renovemos nuestro interior y nuestro espíritu para tener la valentía de hacer lo que antes no nos animamos a realizar, para bendecir a quienes lo necesitan y sobre todo para cumplir nuestro propósito aquí en la tierra.
Medita en su Palabra, alimenta tu espíritu y no la sueltes en ningún momento, pues ahí está la fuente de vida y todas las respuestas a las pruebas que a lo largo de esta vida se presentarán.
El que debe cambiar eres tú.
“Crea en mi oh Dios, un corazón limpio, Y renueva un espíritu recto dentro de mi” Salmos 51:10
Que tengas un excelente día. ...