“Y él dijo: Antes bienaventurados los que oyen la palabra de Dios, y la guardan”. Lucas 11:28
Como todos sabemos, China es un país comunista, y como parte de su dictadura, no permiten a ningún ciudadano profesar una fe diferente a la establecida por el gobierno. Si alguien se atreviese a hacerlo, se condena a la misma muerte. Pero a pesar de un régimen tan intolerante, no dejan de existir las historias que cautivan nuestra alma que anhela siempre la libertad. Cuenta una madre que su pequeño hijo comenzó a indagar acerca de Dios, y no era precisamente el dios que se adora en china. El pequeño sentía en su corazón que debía existir algo más que la vacía religión en la que estaba siendo instruido. Tal fue la insistencia del niño que alguien en su pueblo le contó de un hombre que poseía una Biblia pero vivía muy retirado de su hogar. Esto no fue impedimento para el aquel sediento hombrecito quien no sólo se movilizó hasta el lejano pueblo, sino que solía ir casi a diario para escuchar aquel hombre leerle la Biblia.
Hoy en día aquel pequeño es un hombre que lleva un mensaje de amor, perdón y misericordia a diferentes países. Todo por su deseo real y sincero de conocer el Dios que una nación entera negaba.
Hoy quizá tu aún no conoces este Dios del que te hablamos, el cual es YHVH o sencillamente has decidió no creer más en El, por alguna circunstancia que te causó dolor o porque sencillamente no logras conciliar tus dudas. Algunos lamentablemente no creen en Dios por las malas intenciones de hombres que han usado la “religión” para manipular y abusar de quienes de corazón anhelan conocer el creador de todas las cosas y dador de la Vida.
Sin embargo, como en el caso de este joven, deseo recordarte que no importa cuál es tu situación, Dios no se ha olvidado de ti y nunca lo hará. El es tu creador y desea ser tu Señor. Si a pesar de las circunstancias, negativas y quizá desilusiones, en tu corazón existe ese deseo real de conocer a Dios quien creo el universo y saber los planes y propósitos con los que te creó, te invito hoy mismo a que se lo digas, en una conversación sencilla habla con Dios y dile que si hay una verdad mas allá de la que conoces que te la enseñe y YHVH nuestro Dios no sólo va a escuchar esa oración, sino que como a aquel niño, te va a dar una respuesta.
La biblia es un lugar de respuestas y de la misma forma que el pequeño tuvo que esforzarse en descubrir esta verdad, tu también tendrás que tomar el trabajo de leerla a profundidad y constantemente. No pienses que el primer día descubrirás todo lo que ella guarda. Pero también se que ese esfuerzo no será en vano y Dios te va ayudar a que le conozcas. Permítele a Dios sorprenderte. Es un reto, ¿Lo aceptas?
”Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia” II Timoteo 3:16
Yahshua-Jesucristo amor que rescata