miércoles, 18 de mayo de 2022

Paz en hebreo Shalom

¡UN POCO DE PAZ!

En tiempos como los que estamos viviendo, basta abrir las redes sociales, los chats grupales y poner la noticias para ser inundados con información, desinformación, estadísticas, cifras alarmantes y encabezados que buscan cautivar tu mente. Creo que estar informado es importante, pero cuando es lo único con lo que alimentas tu alma y tu corazón, creo que hay un problema. 

Lo que dejamos que entre en nuestro corazón y en nuestra mente afectará cómo nos sentimos y cómo actuamos. Si dejo que las noticias sean las que gobiernen mis pensamientos, entonces no debo asombrarme de que mis niveles de ansiedad y temor estén por el techo. 

Por el contrario, cuando dejo que la Verdad de Dios sea la que gobierne mi mente, entonces los niveles de temor y ansiedad prácticamente desaparecerán. No es casualidad que Pablo hablara de protegernos con el cinturón de la Verdad para hacer frente a los ataques del enemigo. 

Entonces, ¿cómo puedes experimentar paz en medio circunstancias adversas? El pueblo de Israel enfrentó, cientos de años antes de que Jesucristo viniera, el exilio. Eso representó la pérdida de su tierra; sus riquezas; su identidad nacional; sus familias, en algunos casos, su dignidad y su libertad. Dios, a través del profeta Isaías, nos dejó una maravillosa promesa: “Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera.” (Isaías 26:3).

La palabra hebrea para indicar paz es Shalom. Una paz completa, una paz que no le falta nada, aún en medio de las circunstancias difíciles. La clave para experimentar ese tipo de paz es que nuestros pensamientos perseveren en Dios. No podemos dejar que nuestra mente sea alimentada con los pensamientos de este mundo, porque no somos del mundo. 

En la práctica, esto tiene que ver con las Escrituras. Debes apropiarte de los relatos magníficos de protección y cuidado de Dios a pueblo, como el milagro de la Pascua; la provisión en el desierto a través del maná; cuando David venció a Goliat; cuando José pasó de la prisión al palacio, etc.